Chopo negro o chopu, álamo negro - Populus nigra

 

  Los bosques de ribera son acumulaciones de árboles caducifolios que crecen a ambos lados de los ríos. Muy abundantes en la región asturiana son un tipo de configuración vegetal que presenta una variedad de fauna y flora concretas, conformando ecosistemas de gran valor.


   Los chopos junto con los sauces, alisos, avellanos, olmos, tilos, abedules, fresnos, …..son algunos de los componentes de estos bosques. Ocasionalmente también lo podemos localizar en zonas húmedas de bordes de caminos o terrenos descuidados.


   Estamos ante un árbol robusto y corpulento que puede llegar hasta los 20 o 30 metros de altura, con una amplia copa  y tronco derecho que presenta una corteza grisácea y lisa, aunque con el paso de los años se agrieta y aparecen voluminosos abultamientos.



   Las hojas, alternas y caducas, aparecen después de la floración. Tienen una peculiar forma triangular o romboidal, con un verde intenso en el haz y un envés más claro y azulado. El margen es aserrado, con pequeños dientes redondeados. La hoja finaliza en pica y posee un largo peciolo.



   Durante los meses de marzo y abril surgen los amentos florales. El chopo es dioico, hay árboles con flores masculinas y otros distintos con flores femeninas. Estos amentos florales son colgantes y surgen un poco antes de la aparición de las hojas.



   En este período de inicio de la primavera también resurgen las yemas, muy alargadas y acabadas en punta. A finales de abril, estas yemas se abren y poco a poco van surgiendo las hojas que acompañarán a los amentos florales.



   Muy pronto las flores se convertirán en frutos, incontables, diminutos y cubiertos de pelusilla blanca, para favorecer la diseminación a través del viento. Curiosamente esta vellosidad que rodea a los pequeños frutos del chopo suele aprovecharse por las aves en la construcción de sus nidos durante la primavera.



   Es un árbol de rápido crecimiento por lo que su madera es blanda y poco resistente, tan solo se utiliza en carpintería ligera y en la fabricación de cajas, embalajes o tablones de poca consistencia.



   El ´chopu` siempre ha sido un árbol muy popular en Asturias, su figura y grandioso porte no pasan, ni pasaron, desapercibidas. Me gusta la delicadeza de Antonio Machado al dedicar unos bonitos versos a este árbol:

    “Los chopos son la ribera, liras de la primavera, cerca del agua que fluye, pasa y huye viva o lenta, que se emboca, turbulenta, o en remanso se dilata en su eterno escalofrío copian el agua del río, que fluye en ondas de plata.”



Sauce llorón, desmayu – Salix babylonica

 

   Es un árbol muy conocido y popular por su característico porte de ramas colgantes que llegan a tocar el suelo, de ahí su nombre de ´llorón. Está dentro de la lista de plantas alóctonas presentes en el Principado de Asturias que son potencialmente invasoras. 



   Procedente del este de Asia, especialmente de diferentes lugares de China, ha sido utilizado como ornamental desde hace varios siglos en toda Europa. Aunque es un árbol utilizado de manera aislada para que pueda resaltar todo su bello porte, posee una fuerte resistencia al viento y crece en cualquier tipo de terreno si las raíces están próximas a ríos y riachuelos.



   Se ha adaptado perfectamente a los climas templados por lo que podemos decir que es un árbol exótico que está perfectamente naturalizado en la región asturiana. Se encuentra muy a gusto en sus trabajos de fijación en las riberas, se aprovecha que sus raíces se sujetan bien al suelo. 


   Es un árbol caducifolio, de gran tamaño, con una copa globosa y sumamente elegante. Puede alcanzar los 25 metros de altura aunque habitualmente no sobrepasan los 10-15, con ramas largas, delgadas y flexibles. 


   Sus hojas son estrechamente lanceoladas con el ápice alargado y márgenes finamente aserrados. El haz de color verde y el envés glauco cuando el árbol es adulto, es decir con un verde más claro y un tanto azulado. Cortamente pecioladas. 



   La floración coincide con el brote de las nuevas hojas. El sauce llorón, como todos los sauces, es una especie dioica, es decir, las flores masculinas y las femeninas crecen en amentos de árboles separados, lo que significa que tienen flores de un solo sexo. Florece desde marzo-abril hasta mayo. 



   Llaman la atención las inflorescencias masculinas con amentos cilíndricos que poseen flores de color amarillo pálido. Entre los sauces se produce con frecuencia la fecundación cruzada por lo que se dan numerosos híbridos. Se reproduce asexualmente a través de injertos y esquejes, pues enraízan con gran facilidad.



   En el parque Isabel la Católica de Gijón se plantó un sauce llorón en memoria del ilustre Gaspar Melchor de Jovellanos, su árbol favorito, quedando reflejado en sus escritos ´que deseaba pasar a la posteridad a través de él`. Un sauce a modo de símbolo para recordar la figura histórica de este personaje.


Pitósporo del Japón, azahar de China - Pittosporum tobira

 

   Estamos ante otro nuevo arbusto introducido en la región asturiana con fines ornamentales, en esta ocasión de origen asiático, nativo de Corea, China, Japón y Taiwán. Es cierto que últimamente se ha expansionado mucho, sobre todo en lugares próximos a la costa, debido a que es muy resistente a los vientos y la salinidad.


   Por otra parte es una planta que se adapta muy bien a cualquier tipo de suelos, puede crecer en zonas arenosas, suele tolerar la sequía, le encanta el sol pero acepta la semisombra, prefiere temperaturas altas pero también consigue resistir heladas, …….. 



   Por todo ello ha conseguido naturalizarse en diversas regiones de la Península Ibérica, y aunque crece lentamente o de forma comedida, en ocasiones actúa como invasora debido a la actuación de las aves que diseminan sus semillas, especialmente las gaviotas. En este sentido ya forma parte del catálogo de plantas alóctonas invasoras dentro del Principado de Asturias.



   Este arbusto asiático todo terreno no pierde las hojas durante el invierno, y es muy conocida y considerada en jardinería, tanto por ser perenne, aportando un intenso verde al entorno que le rodea, como por sus floraciones, hojas y frutos. Un selecto lugar para contemplar ampliamente esta exótica planta es el Cerro de Santa Catalina en Gijón, bordeando el célebre Elogio del Horizonte.



   Crece de forma pausada y tranquila, pudiendo alcanzar su máxima altura en un plazo de 15 a 20 años, llegando a los 5-6 metros de altura. Posee una corteza oscura y sus hojas se agrupan en el extremo de las ramas, las cuales crecen de forma compacta generando setos copiosos y globosos.



   Las hojas tienen forma de espátula y el ápice o extremo redondeado. Sus bordes son enteros y suelen enrollarse un poco. Son duras o coriáceas y resistentes, con el haz de color verde oscuro brillante y más claras por el envés, destacando el nervio central muy marcado.



   Florece desde febrero hasta mayo y produce flores de color blanco y con cinco pétalos que crecen en umbelas abiertas. Son pequeñas y con el paso de los días se vuelven algo amarillentas. Poseen un aroma agradable, parecido al de las flores de los cítricos, por lo que suelen ser visitadas por muchos insectos polinizadores. Por este motivo recibe algunos nombres populares como “azahar chino” o “azarero”. 



   Después de la fecundación se formarán los frutos en vistosas cápsulas redondeadas de color verde, que se abrirán para exponer varias semillas rojo-anaranjadas, rodeadas por una sustancia viscosa blanquecina. No tienen valor comestible para humanos, pero son consumidas por las aves que ayudan a la planta en su dispersión.