A finales de verano y con la llegada del otoño, cuando caminamos por sendas próximas a pequeños núcleos rurales o aldeas donde abundan lauredales, nos llaman la atención otros arbustos que sobresalen por encima con abundantes frutos de color rojo redondeados y diminutos, son aladiernos o sanguinos.
Es una planta típica de la región mediterránea que habita en gran parte de la Península Ibérica y Baleares, asentada en las zonas central y oriental de la región asturiana desde hace bastantes años, desde la costa hasta los 900-1000 metros de altitud.
Se trata de un arbusto o arbolillo de hojas persistentes, siempre verde, que puede alcanzar los 6 – 8 metros de altura. Sus troncos y ramas poseen la corteza lisa de color grisáceo en los ejemplares jóvenes, con el paso del tiempo se vuelven agrietados.
Sus hojas son alternas, muy duras o coriáceas, enteras y ovaladas, el margen con pequeños dientes, brillantes por las dos caras la superior más oscura, y el peciolo rojizo en plantas jóvenes.
Tiene una floración prematura pues se inicia a finales del invierno quizás influido por los terrenos benignos o más cálidos donde se desarrolla. Es una especie dioica, es decir posee plantas con flores masculinas y otras con flores femeninas por tanto son unisexuales, pequeñas y poco vistosas, agrupadas en racimos, verdosas o de color verde amarillento.
Llaman la atención sus vistosos frutos, redondeados y rojos que al madurar van cambiando al negro. Poseen 2 a 4 semillas. Suelen madurar a finales de verano o principios de otoño. Importante, estos frutos son tóxicos para las personas, aunque no para las aves.
Elude las zonas húmedas y frías habitadas por los árboles caducifolios, por lo que es muy difícil encontrarlo en medio de robledales, castañedos o bosques mixtos. Se desarrolla, prospera y está a gusto en lugares más templados y soleados, en matorrales o sebes, lauredales, encinares, …….. y en zonas próximas a pueblos o aldeas.
En ocasiones lo podemos localizar en zonas pedregosas y secas, incluso prosperando de manera aislada, en estos casos su crecimiento es más limitado con ramas torcidas y dobladas sobre las rocas.
También es usado como ornamental para formar setos, por sus hojas perennes y tener una poda fácil y cómoda. La madera es compacta y consistente, utilizada para usos artesanos.
En la senda que va desde Figueras a Castropol en la ría del Eo se ven muchos. También rebollos, laureles y espinos.
ResponderEliminarMe gustaría mucho poder pasear y disfrutar de la ría del Eo por la senda que me indicas. Una interesante idea para realizar, y sin tardar mucho. Muchas gracias por el comentario ....y la propuesta!!!
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