Eucalipto, ocalito – Eucaliptus globulus

 

   En Asturias, junto a los bosques naturales o caducifolios, coexisten desde principios del siglo XX dos tipos de bosque introducidos por repoblación forestal, aprovechando las zonas asoladas por las talas incontroladas y desmedidas. Los eucaliptales y los pinares.


   Los eucaliptos son originarios del sureste de Australia y Tasmania que por su rápido crecimiento siempre disfrutaron de las simpatías de los productores de madera. Estos árboles poseen unas fuertes y poderosas raíces para fijarse en el suelo por lo que prosperan en lugares con laderas muy empinadas. 


   Sin embargo las plantaciones de eucaliptos en Asturias han estado rodeadas de polémica desde que su cultivo se empezó a extender por la región. Sin duda, la inclusión de este árbol perennifolio ha provocado una sucesión de problemas ecológicos para el medio. 


   Sus hojas son largas y estrechas, bastante duras y aromáticas, lo que hace que no sean muy apetecibles para los comedores de hojas y difícilmente atacables por los hongos y bacterias. Esta falta de actividad de los descomponedores conduce a un empobrecimiento del suelo, lo que no ocurre en un bosque caducifolio formado con árboles autóctonos. 


   Además, los eucaliptos consumen enormes cantidades de agua y gran cantidad de nutrientes, que necesitan extraer del suelo para conseguir sus rápidos crecimientos. Las consecuencias que originan en el ciclo del agua son importantes, desecando y arruinando poco a poco el lugar donde se asientan.


   Un eucaliptal presenta una gran carencia de vida animal, al no ser atractivo como fuente de alimento ni como refugio, pues al ser árboles jóvenes no presentan huecos en los que puedan anidar los pájaros o buscar cobijo otros animales.


   La superficie arbolada de Asturias, en el momento presente, supera las 300.000 hectáreas de las cuales casi un 40 % están ocupadas por especies alóctonas, principalmente eucaliptos–27 % y pinos. Si transitamos a través de la región asturiana por la costa, contemplaremos continuamente bosques y bosques de eucaliptos.


  Posee un tronco derecho que puede superar los 2 m. de diámetro y los 50-80 m. de altura. La corteza del propio tronco y de las ramas gruesas es lisa y grisácea-blanquecina, y se deshilacha en tiras longitudinales en los árboles adultos.


   Las hojas adquieren doble forma, las jóvenes son anchas, opuestas, ovaladas-redondeadas hacia la base, sin peciolo, de color verde claro y con fuerte olor a eucaliptol característico y mentolado. Las adultas son alternas, pecioladas, coriáceas y con un nervio central muy marcado. Es un árbol de hoja perenne.


   Sus flores son singulares, bisexuales y solitarias, a veces formando grupos de 2-3, que brotan en botones cuadrangulares cerrados. Cuando la tapadera que abriga las partes sexuales de la flor se desprende, se extienden incontables estambres de color blanco y los largos filamentos que emergen del botón floral. En Asturias florece irregularmente durante el invierno. El fruto es una cápsula leñosa que contiene varias semillas.


   En nuestra región la madera del ´eucaliptus globulus`, conocido como eucalipto blanco, eucalipto común o eucalipto azul, se usa principalmente para la obtención de pasta de celulosa utilizada el producción de papel. Aunque ofrece gran resistencia necesita un secado especial y suele ser complejo. Tiene tendencia a curvarse y se deteriora en poco tiempo.


   Las hojas contienen diversas sustancias, especialmente aceite esencial compuesto de cineol o eucaliptol. Se le otorgan múltiples cualidades anticatarrales como descongestiva, expectorante, balsámica y antiasmática. Es uno de los recursos botánicos más utilizados en la terapia de afecciones respiratorias y del invierno: resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas, otitis, gripe , ………


   Son muy populares y efectivos los baños de vapor o ´vahos` con hojas de eucalipto para descongestionar las fosas nasales de mucosidad, y así conseguir facilidad respiratoria, aliviando y eliminando la tos, y los dolores de cabeza.


   En la actualidad se emplea con frecuencia ´el aceite esencial de eucalipto`. Una aplicación en el pecho ayuda a despejar las fosas nasales y dolores de cabeza, o agregando este aceite en agua muy caliente para respirar el vapor. Para evitar irritaciones o reacciones alérgicas es aconsejable diluirlo con otro aceite base.



   


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