Avellano, ablanu, ablanar – Corylus avellana



   Muy abundante en toda la región asturiana, es un arbusto o pequeño árbol que puede alcanzar los 8 – 10 m. de altura, autóctono, posee las flores masculinas y femeninas en un mismo tallo, y va perdiendo sus hojas a medida que los días se van acortando. En realidad el avellano está compuesto por unos cuantos tallos, casi todos derechos, que brotan juntos desde el suelo.



   Su madera, blanca o rojiza, es blanda y se astilla fácilmente pero al ser persistente y flexible se ha utilizado desde hace mucho tiempo en el medio rural, tanto en cestería para elaborar ´zardos`, ´sarducos` o cestos, como en otros usos agrícolas o ganaderos haciendo ´cibiellas` o ´velortos` usadas como ataduras, mangos para aperos, bastones, …..



   Las hojas son redondeadas con un margen sinuoso y doblemente dentado, nerviaciones muy marcadas, y acabadas en punta. Algo peludas por ambas caras, más verdes y ásperas por el haz.


   Como ocurre con algunos caducifolios las flores se manifiestan antes que las hojas, las masculinas en forma de largos amentos colgantes, y aunque surgen durante el invierno no liberan el polen hasta principios de primavera que es cuando aparecen las flores femeninas, muy pequeñas, globosas y semejantes a las yemas, con una cresta o moño de color rojizo.



   El fruto es la avellana o ablana, aflora en grupos de dos a cuatro, conocidos como ´garapiellos`, envueltos en una especie de hoja dentada. Comestible y muy sabrosa, rica en aceites y que tuvo gran importancia en la economía rural de algunas zonas donde ha sido muy cultivado. Ahora menos. Se recolecta en agosto y principios de septiembre.



   No suelen faltar en las romerías asturianas, y era costumbre llevar algunas para quienes no habían ido a la fiesta, recibiendo esta atención el nombre de ´perdones`
                       
                    non me trajiste perdones                                
en viniendo les corbates (castañes)    
maldita la que me comes



   El avellano crece de forma espontánea y natural en toda la región, asociado con fresnos, arces, olmos y tilos en bosques frescos, algunas veces cerca de ríos y arroyos, también en robledales, hayedos  e incluso en fisuras de rocas calizas haciendo compañía a las encinas, y formando linderos de prados o en bordes de caminos.



   El ablanu o ablano siempre ha tenido en Asturias y Galicia un significado mágico en las viejas historias de xanas y brujas, sus varas verdes tenían un especial poder para matar culebras, con un ligero golpe en la cabeza bastaba. Cuentan también que se plantan como linderos de fincas para ahuyentar las víboras, y su picadura se curaba golpeándola con ellas hasta que saliese sangre.



   Entre los relatos y anécdotas populares se incluyen muchos dichos, refranes y adivinanzas con este árbol como protagonista
“Añu de casquera, añu de nevera”
“Con les xelaes de febrero pago lo que debo”
Existe la creencia popular ……






                     
   

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