Laurel, lloréu, choriu, alloriu….- Laurus nobilis


 
   A lo largo de los tiempos el laurel se ha convertido en uno de los árboles o arbustos más populares y, podríamos añadir, históricos y significativos por la cantidad de usos, propiedades, símbolos, creencias, …… y otros motivos, que ha tenido en muchos lugares no solo de Asturias sino también en toda la península y la amplia zona mediterránea.



   El imperio romano desempeñó un papel importante en la expansión del laurel, símbolo de gloria en sus celebraciones, pero no es una especie introducida pues ya existía en la Península, cultivada y naturalizada desde la prehistoria, antes del agrandamiento de Roma aunque si fomentaron su proliferación.



   Se trata de un arbolillo perennifolio de hasta unos 10 m. de altura, a veces puede llegar hasta los 12-15 m, con copa compacta desigual, tronco recto, corteza lisa y delgada, y ramas verdes que se vuelven grisáceas con los años. Su madera es consistente aunque no muy utilizada, y olorosa como toda la planta.



   Sus hojas son simples, alternas con peciolo corto, consistentes, ovaladas-lanceoladas con el borde liso o ligeramente ondulado. Presentan un color verde oscuro o intenso brillante por la cara superior, y más pálidas y mate por la inferior. También poseen cantidad y variedad de componentes activos, y un olor inconfundible al partirlas.



   Es dioico, con flores masculinas y femeninas muy parecidas pero en distintos árboles. Las masculinas agrupadas y con los estambres amarillentos, y las femeninas, en menor cantidad, con 3-4 estambres más claros y un pistilo verde donde se formará el fruto. Florecen desde febrero hasta abril.



   El fruto es una baya parecida a una aceituna, verde al principio, que crece a lo largo del verano, y en el otoño al llegar a la madurez cambia al color negro. Proporcionan alimento a muchas aves, especialmente mirlos y zorzales o tordos, que al consumir sus frutos colaboran en su diseminación, cuando despiden las semillas con los excrementos.



   El laurel está muy expandido y disperso en nuestra región, en orillas de caminos, lindes de prados, formando parte de diversos tipos de bosques como encinares, carbayedas, castañales y con otros caducifolios. También consigue crear lauredales en la parte alta de acantilados de costa y en zonas concretas del centro de Asturias, hasta 800 m de altitud pues le afectan las heladas. Le gustan lugares bien iluminados. 



   Su nombre científico nos muestra la larga tradición de este árbol, pues ´Laurus` es el nombre que usaron los romanos para denominar esta planta y sus hojas; ´nobilis` en latín noble o notable, símbolo de gloria y triunfo, griegos y romanos usaron el laurel para coronar a poetas, triunfadores en las batallas y emperadores.



   En Asturias se mantiene la tradición de añadir una hoja de laurel para preparar muchos platos, lentejas y otras legumbres, carnes, sopas, patatas guisadas, preparados picantes, ….. aunque la hoja cocinada no debe servirse. Se pueden recoger durante todo el año, dejarlas secar a la sombra y guardar en recipientes cerrados, mejor de cristal, evitando la luz y humedad.



   Los componentes activos del laurel lo convierten en una interesante solución como remedio ante diversos problemas, muy conocido como expectorante en casos  de bronquitis, gripe y otros achaques del aparato respiratorio. También se usa  como diurético, posee propiedades digestivas y mejora la circulación de la sangre.



   Para uso externo existen preparados con laurel para  combatir dolores reumáticos y afecciones de la piel. En todo caso no debemos abusar con dosis altas pues puede resultar dañino y nocivo.




Castaño, castanar - Castanea sativa



   Una investigación de la Universidad de Oviedo ha demostrado que el castaño es una especie autóctona, descartando la creencia histórica de que había sido introducida por los romanos. Toda la zona cantábrica, y en concreto Asturias, fue uno de los refugios climáticos del castaño desde hace más de 20.000 años.



   Desde hace siglos ha sido uno de los árboles más populares con enorme repercusión en las actividades agrícolas y ganaderas del noroeste peninsular, tanto por el beneficio de sus frutos como de su madera, y donde las masas arboladas acumulan grandes cantidades de carbono.



   Crece en valles bajos y de mediana altura, nunca en zonas de alta montaña. Cuando es joven no le gusta mucho el sol, prefiere sombra, pero cuando se hace adulto necesita luz para crecer y producir muchas castañas. En todo caso no soporta condiciones extremas.



   Este árbol de hoja caduca tan popular por sus frutos, las castañas, crece muy lentamente, tarda más de 50 años en hacerse adulto, y vive muchos años. En Asturias podemos encontrar ejemplares muy longevos de varios cientos de años. 



   El castaño, en compañía del roble o carbayu, son las piezas forestales más simbólicas de los valles asturianos, por lo que es fácil encontrar abundantes topónimos relacionados con la especie o con los montes arbolados que originan: La Castañal, Castañeda, Castañeu, La Castañeda, ……



   Se trata de un árbol de gran porte, con la copa redondeada, que puede llegar hasta los 30 o más metros de altura. Posee robustas, vigorosas y largas raíces, y el tronco se ramifica casi desde el suelo. Su corteza es lisa y pardo rojiza en los más jóvenes, aunque después de los 20-25 años se agrieta y se hace más grisácea y oscura, finalmente los más longevos se ahuecan y cambian a marrón.



   Posee hojas grandes, alternas, simples, caducas, un tanto lanceoladas y con el borde aserrado. Sus flores son unisexuales, a finales de la primavera entre mayo y junio aparecen las flores masculinas agrupadas en amentos, en los que, en la base, se sitúan las flores femeninas, protegidas, que por su forma ya dan una idea del erizo donde se formará el fruto, las castañas.



   Las populares castañas suelen madurar desde mediados de octubre hasta mediados de noviembre y es habitual la celebración de ´amagüestos` en los que se comen castañas asadas con sidra dulce, al coincidir con la colecta de la manzana y la consiguiente elaboración de la sidra.



   La madera del castaño siempre ha sido reconocida y apreciada por los carpinteros por sus especiales cualidades, muy utilizada a lo largo de los tiempos en la zona rural para construir las vigas de las casas, hórreos, carros, puertas, muebles, ……es muy dura y aunque se ubique a la intemperie tiene una gran duración, los hórreos son un ejemplo. 



   Por otra parte los bosques de castaños realizan valiosas y vitales funciones en diversos aspectos, en su interior suelen formarse ecosistemas estables y conservan mucha humedad en el suelo por lo que son sólidos cortafuegos en caso de incendio, además la madera de castaño quema muy mal.



   La planta contiene muchos taninos por lo que tiene virtudes medicinales, tradicionalmente el castaño se ha utilizado contra la diarrea y la tos, así como contra las inflamaciones de la garganta a través de enjuagues y gargarismos. En Asturias es un árbol tan popular que ……. ¨L’asturianu pierde los dientes por beber la sidra fría y les castañes calientes¨.



Acebo, carrascu, xardón, ….- Ilex aquifolium



   Con la llegada del frío y con escasas horas de sol, durante el otoño e invierno, en las amplias zonas de pradería, bordes de caminos, bosques, zonas de ribera, ….. observamos que las plantas pierden sus flores y los árboles caducifolios sus hojas, pero puede ser una excelente época para contemplar  algunas joyas naturales que nos pueden sorprender.



   Son los momentos del ´acebo`, entre otras plantas, un arbusto muy conocido por mostrarnos sus llamativas y coralinas bayas a partir de octubre-noviembre y que contrastan con el verde intenso de sus persistentes hojas. En algunos lugares de Asturias alcanzan los 15 m. de altura y viven más de 200 años.



   Árbol o arbusto posee un tronco recto y corteza lisa de color verdoso, que con el tiempo se vuelve grisácea y agrietada. Ciertamente llaman la atención sus hojas elípticas, alternas, simples, duras, intensamente verdes por el haz y un poco más claras por el envés, y contorno variable con fuertes espinas punzantes a veces liso en las partes altas.



   Es una especie dioica, sus florecitas son unisexuales y nacen en tallos y troncos separados, en este caso agrupadas en la base de las hojas situadas en la parte alta de las ramas, de color blanquecino amarillento o algo rosado, provistas de cuatro pétalos. Florecen desde abril-mayo hasta junio-julio.



   Solamente las flores femeninas conseguirán sus frutos, unas drupas carnosas de color rojo brillante cuando están maduras, que contienen las semillas, a partir de octubre-noviembre se convierten en unas bayas muy llamativas, y se mantienen en el árbol durante varios meses.



   En la cordillera Cantábrica y otras montañas asturianas, este peculiar árbol o arbusto, según se aprecie, realiza una notable función ecológica, el carrascu o acebu es un generoso hospedador que suele dar cobijo y sustento a un buen número de aves y mamíferos en hayedos, abedulares y robledales despojados y aletargados en los meses fríos del invierno.



   Su denso follaje se convierte en un aposento aislado con una temperatura muy superior a la ambiental, ocultando a los animales resguardados de sus habituales depredadores, los frutos y hojas del acebu ayudan a mantener las reservas alimenticias de los animales refugiados.



  Típico y representativo de la montaña y del invierno astur fue árbol sagrado para los celtas que lo utilizaban en el solsticio de invierno para atraer buena suerte y prosperidad, “guardián de la sabiduría durante el período oscuro del año”. Si lo plantamos cerca de nuestra casa nos protegerá de la mala suerte, alejando demonios y malos espíritus, y el invierno será más llevadero.



   Desde hace muchos años el acebo ha sido utilizado por la vieja medicina natural. La infusión de las hojas cocidas se usaba como diurético y los frutos son purgantes y vomitivos, pero mucho cuidado pues son tóxicos, muy peligrosos para los niños ¡Mucha atención!, incluso para los adultos si no controlamos la cantidad.



   Hace algunos años, sobre todo en zonas de montaña, el acebo se podaba para utilizar las hojas como alimento para el ganado. Por otra parte, la tradición católica lo introdujo como elemento decorativo navideño para sustituir al muérdago, considerado pagano. En la actualidad se trata de una planta protegida por peligro de extinción debido al uso abusivo.