Fresno común, fresnu, friesnu – Fraxinus excelsior


   Conocido en nuestra región como fresnu, friesnu o simplemente fresno común, da nombre a muchos pueblos, lugares y topónimos asturianos como Fresnedal, Fresnedo, Fresnosa, Fresneu, Fresneda, Fresnu, ……….; lo que demuestra la importancia y popularidad que posee en la zona rural asturiana.


   Es un árbol de rápido crecimiento que puede alcanzar hasta los 30 m. de altura, y llegar a una edad cercana a los 300 años. Sin duda uno de nuestros caducifolios más corpulentos. Lo podemos encontrar por casi toda Europa aunque casi desaparecido en la franja mediterránea.


   Es muy habitual y suele estar presente en todos los sitios y parajes de Asturias, desde la costa hasta los márgenes superiores del bosque. Crece en los valles ocupando los suelos profundos que poseen cierta humedad, lugares en general poco soleados.


   Forma parte de robledales, carbayedas, bosques de ribera y de ladera, hayedos, ……., su rapidez de crecimiento le permite sobrevivir en los diferentes tipos de bosques y ambientes. También cerca de cuadras y cabañas en zonas de montaña pues sus hojas se aprovechan como alimento para el ganado sobre todo en periodos de escasez. En definitiva, un perfecto autóctono.

   Su corteza es lisa con un tono grisáceo blanquecino en los árboles jóvenes, pero con el tiempo va adquiriendo grietas y hendiduras, y es algo dorada. La madera del fresno es muy clara, casi blanca, ligera, resistente y elástica, muy apreciada en nuestro medio rural para la elaboración de mangos de herramientas y aperos, bastones, …. En la actualidad se usa en ebanistería para fabricar muebles, armarios, ….. Por otra parte arde muy bien por lo que todavía sigue utilizándose en las cocinas de leña.


   Durante el invierno aparecen sus yemas, exclusivas e inconfundibles, grandes, negruzcas y aterciopeladas. Las hojas son compuestas, con foliolos opuestos y lanceolados de borde dentado.


   Las flores, que brotan antes de la salida de las hojas agrupadas en racimos desde marzo-abril hasta mayo, son de color púrpura o rojizo a veces parduzcas. Los frutos son péndulos y alados llamados ´sámaras`, al principio son verdes pero al finalizar el verano secan y se oscurecen, manteniéndose en el árbol durante el invierno.


   En la medicina popular tanto sus hojas como la corteza poseen diversas propiedades y beneficios terapéuticos. El modo más usual, efectivo y simple de aprovecharlo es a través de infusiones. Solamente necesitamos echar una cucharada de hojas secas de fresno en una taza con agua hirviendo o muy caliente, y después dejar reposar, colar y enfriar.


   Recopilando las virtudes y remedios caseros que se le atribuyen, la lista puede ser muy amplia, ha sido usado como cicatrizante y para dermatitis, eccemas, también como antiinflamatorio, tendinitis, esguinces, varices, ….. Para bajar la fiebre, afecciones del sistema urinario, como analgésico para dolores de cabeza, dolores musculares y articulares, diurético, laxante, ……..

   Una vez más una pequeña advertencia basada en consejos de expertos en salud, las plantas medicinales no deben tomarse más de 2-3 semanas seguidas, y siempre es preciso consultar al médico.



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